En esta ocasión os explicamos un tratamiento para eliminar moho efectivo, pero que requiere un poco de esfuerzo y tiempo.
La principal causa de moho proviene de la condensación que se produce en el interior de la vivienda. La humedad, el polvo y el calor, unidos a la falta de luz, son condiciones ideales para que prolifere el moho. Comenzaremos suprimiendo las causas que propician su aparición.
Si la humedad es por condensación, es decir por depósito de vapor de agua ambiental en forma de gotas, colocaremos bolas de absorción de cloruro de calcio, y, sobre todo, ventilaremos periódicamente las estancias. Una habitación soleada y seca difícilmente acogerá colonias de hongos.
Para erradicar el moho son necesarios:
• Esponja
• Producto limpiador antimoho
• Pintura antimoho
Comenzaremos limpiando la superficie afectada con agua y detergente. Así quitaremos el grueso de la mancha. Resulta fundamental exterminar cualquier resquicio del hongo; para ello aplicaremos con la esponja el líquido limpiador antimoho y dejaremos que actúe 3 horas como mínimo. Este producto no blanquea, es decir no elimina la mancha, pero sí el origen de ésta, que es el moho. Es altamente fungicida y bactericida, por lo que desinfecta y descontamina la superficie.
Para el acabado aplicaremos dos capas de una pintura antimoho dejando trascurrir al menos 4 horas entre aplicaciones. Este revestimiento evita la formación de mojo en ambientes que le son propicios; además, es totalmente lavable y no salpica durante su aplicación.
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